Los problemas bacterianos provocados por bacterias grampositivas en animales monogástricos tienen un gran impacto en varios aspectos de la cría de animales, como el aumento de los costes de medicación, el desarrollo de resistencia a los antibióticos y la reducción de las tasas de crecimiento y de la eficiencia alimentaria. Entre las muchas bacterias grampositivas que tienen un efecto devastador sobre la salud y la producción animal, las más comunes son las siguientes:
- Staphylococcus spp (cocos anaerobios facultativos)
- Streptococcus spp (cocos anaerobios facultativos no móviles, no formadores de esporas)
- Clostridium spp (anaerobios obligados)
BATERIAS GRAM-POSITIVAS EN AVICULTURA
La artritis, la sinovitis y la osteomielitis son consecuencias bien conocidas de las infecciones estafilocócicas y estreptocócicas en las aves de corral. Especialmente, las aves más pesadas sufren a menudo de pie deforme (pododermatitis) debido a estas bacterias. Los clostridios, que afectan a la salud intestinal de los pollos, contribuyen a reducir el consumo de pienso y el rendimiento del crecimiento. Estos patógenos no sólo facilitan las infecciones mixtas en las aves de corral, sino que también aumentan la susceptibilidad de los posibles virus a infiltrarse en las células del hospedador, lo que se traduce en importantes pérdidas económicas. Aunque estas bacterias suelen considerarse habitantes normales del intestino de los pollos, cualquier alteración de la actividad inmunitaria puede provocar brotes agudos de enfermedades. En particular, estos microbios suponen una amenaza potencial en el contexto de la resistencia a los medicamentos y los problemas del SARM.
BACTERIAS GRAM-POSITIVAS EN PORCICULTURA
Streptococcus suis (un estreptococo alfa-hemolítico) es, con diferencia, el patógeno más importante de las enfermedades infecciosas de los cerdos y afecta principalmente a los cerdas lactantes y lechones recién destetados. Las infecciones por S. suis se asocian a septicemia, meningitis, poliserositis, poliartritis y bronconeumonía. Las infecciones causadas por S. suis y Clostridia son las principales causas del uso excesivo de antibióticos en cerdos, lo que subraya la necesidad de encontrar soluciones eficaces para hacer frente a estos problemas.
MONOGLICÉRIDOS DE ÁCIDOS GRASOS DE CADENA MEDIA
Los ácidos grasos de cadena media (AGCM) son un grupo de ácidos alifáticos con entre 8 y 12 átomos de carbono y se encuentran de forma natural en grasas comestibles como el aceite de coco y la grasa láctea. Los AGCM se consideran ingredientes seguros y ecológicos en la industria alimentaria (Dayrit, 2015).
Mientras que los ácidos orgánicos de cadena corta, como el ácido fórmico, acético, propiónico y láctico, muestran su mayor eficacia antimicrobiana en el entorno ácido del estómago, los ácidos grasos de cadena media (AGCM) despliegan su actividad incluso a mayor profundidad en el tracto intestinal. Los AGCM se absorben directamente tanto en el torrente sanguíneo como en el sistema linfático.
Los AGCM poseen propiedades antimicrobianas y antivirales. Sus monoglicéridos, monoésteres de AGCMs, son altamente eficaces en la eliminación de patógenos, específicamente cuando el grupo funcional se encuentra en el carbono alfa (carbono número 1), conocidos como monoglicéridos alfa o 1-monoglicéridos. El trabajo pionero de John Kabara y sus colegas reveló que los ACGM, en particular el ácido láurico (C12), tienen la actividad bacteriostática más potente contra los organismos grampositivos. Además, demostraron que la alfa-monolaurina (el monoglicérido del ácido láurico (B)) es más activa que el ácido libre (A). De crucial importancia es mencionar que tanto el ácido láurico como la alfa-monolaurina están reconocidos por la FDA como (GRAS), lo que garantiza un uso seguro.
MODO DE ACCIÓN DE LOS MCFA
El diagrama esquemático ilustra el modo de acción de los monoglicéridos sobre las bacterias grampositivas. Estos monoglicéridos interactúan con los lípidos de la membrana, alterando su integridad y permeabilidad, lo que conduce finalmente a la muerte bacteriana.
Una vez dentro del citosol bacteriano, los monoglicéridos se dividen en glicerol y ácidos grasos libres que posteriormente se disocian. Los protones libres disminuyen el pH del citosol bacteriano, agotando el ATP a través de la fuerza motriz de protones. Simultáneamente, los aniones forman un complejo con el ADN bacteriano, inhibiendo la replicación. Este mecanismo de funcionamiento dual conduce a la muerte bacteriana.
Debido a la naturaleza anfifílica tanto de los monoglicéridos como de los fosfolípidos, los monoglicéridos pueden ser absorbidos por la membrana, aumentando la permeabilidad de las membranas.
Int. J. Mol. Sci. 2018, 19, 1114; doi:10.3390/ijms19041114
ALPHA-MONOLAURINA FORTALECE EL SISTEMA INMUNE
El uso de alfa-monolaurina puede mejorar el estado inmunitario de los animales. Un intestino sano es importante para una buena respuesta inmunitaria general a las vacunaciones, incluidas las respiratorias y sistémicas. En los pollos, la mayoría de los anticuerpos se producen en el intestino tras la vacunación. Si hay un desafío bacteriano en los intestinos, el sistema inmunitario ya está ocupado con estas bacterias, lo que dificulta su capacidad para proporcionar una respuesta eficaz a los antígenos de la vacuna. Por último, las toxinas bacterianas pueden influir negativamente en las células inmunitarias. Además, otro estudio propuso que el efecto antimicrobiano de la alfa-monolaurina contra las bacterias está relacionado con su interferencia con la transducción de señales y la formación de toxinas (Projan et al., 1994).
ELAN®C12: UNA SOLUCIÓN DE GLICÉRIDOS
La gestión de las infecciones bacterianas grampositivas en monogástricos es primordial para garantizar una producción ganadera óptima. Olus desarrolla y produce una gama de soluciones innovadoras de monoglicéridos, como Elan®C12. ¿Cuáles son las principales ventajas de Elan®C12?
- Presenta una sólida actividad antibacteriana frente a bacterias gran-positivas, incluida la MRSA.
- La absorción a través del sistema linfático aumenta su eficacia en el torrente sanguíneo, incrementando su eficacia contra las infecciones sistémicas.
- Los monoglicéridos del ácido láurico, en particular la monolaurina, demuestran mayor actividad y potencia en comparación a su ácido graso libre.
- Reconocido como (GRAS) por la FDA.
Al aprovechar los efectos sinérgicos de estos ácidos orgánicos y micro ingredientes, Elan®C12 favorece la salud animal, reduce la dependencia de los antibióticos para controlar las infecciones bacterianas y contribuye a mejorar los mecanismos de defensa del animal. El producto está disponible en forma seca y líquida.
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Referencias
- Kabara, J.J.; Swieczkowski, D.M.; Conley, A.J.; Truant, J.P. Fatty acids and derivatives as antimicrobial agents. Antimicrob. Agents Chemother. 1972, 2, 23–28.
- Kabara, J.; Vrable, R.; Jie, M.L.K. Antimicrobial lipids: Natural and synthetic fatty acids and monoglycerides. Lipids 1977, 12, 753–759.
- Kabara, J.J. Antimicrobial agents derived from fatty acids. J. Ame. Oil Chem. Soc. 1984, 61, 397–403.
- Kabara, J.J. Structure-function relationships of surfactants as antimicrobial agents. J. Soc. Cosmet. Chem. 1978, 29, 733–741.
- Kabara, J.J. GRAS antimicrobial agents for cosmetic products. J. Soc. Cosmet. Chem. 1980, 31, 1–10.
- Dayrit, F. M. 2015. The properties of lauric acid and their significance in coconut oil. J. Am. Oil Chem. Soc. 92:1–15.
- Conley, A.J. and Kabara, J.J. (1973) Antimicrobial action of esters of polyhydric alcohols. Antimicrob. Agents Chemother., 4, 501–506.